martes, 11 de marzo de 2008

SABÍAS QUE

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Cuando la palabra se hace arte. EL Motivo literario


El escritor trabaja y se afana con empeño en buscar ideas y argumentos para su obra, a los que después dará forma mediante los recursos literarios. A veces, para encontrar ideas o motivos, acude a su propia experiencia o al mundo que le rodea. Otras veces busca en su interior para buscar recuerdos o sentimientos, o deja que su imaginación cree seres y mundos fantásticos. El motivo literario puede ser, por tanto, una idea, una imagen e, incluso, una frase.
Si, a pesar de todo, la inspiración no llega, se puede poner en práctica alguna estrategia para atraerla. Gianni Rodari, en su libro “Gramática de la fantasía”, entre otras propuestas, nos hace la del binomio fantástico.

El binomio fantástico consiste en relacionar dos palabras, elegidas al azar, y crear con ellas una historia; por ejemplo: silla/ perro.
Rodari plantea que la asociación más sencilla entre las dos palabras del binomio fantástico se realiza mediante una preposición. Por ejemplo: el perro bajo la silla. A partir de esa asociación crea una historia.
Para elaborar un texto literario es importante saber no sólo lo que se va a decir, sino cómo se va a escribir; es decir, el modo como se va a manipular la lengua con una finalidad estética.
No debemos olvidar que los textos literarios tienen una finalidad artística, mientras que los no literarios tienen una finalidad informativa.
La Literatura es una manifestación artística que utiliza como material para elaborar sus obras la lengua. No hay palabras literarias. La belleza del lenguaje literario se consigue al usar de un modo especial las palabras. De ahí, que en la literatura, no sólo importa lo qué se dice, sino cómo se dice. Ese modo especial de utilizar el lenguaje hace que la Literatura sea un arte que expresa belleza a través de las palabras.
El escritor dispone de ciertos recursos para expresar con belleza lo que desea, para poder comunicar lo que observa o siente.. Recursos estilísticos o literarios son los diversos "trucos" que utiliza el escritor para hacer más expresivo su mensaje y llamar la atención del lector. El conjunto de estos recursos que utiliza el autor se llama estilo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sigo convencido en el hecho que el pensar en exceso cómo se dice merma el fondo de lo que se dice. El motivo literario es una simbiosís, asociación etc ... entre el argumento y el estilo. Esta simbiosis impone tanto que arrastra con los sentimientos del escritor. ¿Se puede gritar voceando una cursilada?